¿Qué es la agricultura de conservación y cómo llevarla a cabo?
En definición, la agricultura de conservación es aquella práctica de labranza y siembra del campo que tiene como objetivo el de hacer un uso eficiente de la tierra y recursos naturales. Se busca la mejora y mantenimiento del suelo en sus condiciones óptimas para evitar su degradación por un uso inadecuado o excesivo del mismo. Para ello, se recomienda el uso de maquinaria agrícola especializada, como las sembradoras de siembra directa, preparadas para minimizar cualquier erosión y desgaste del mismo.
Nosotros, como fabricantes especializados en sembradores y aperos agrícolas, lo que siempre proponemos es un uso adecuado y acorde a lo que el suelo demanda y necesita. La rotación de cultivos, el abono natural y las sembradoras de calidad son las bases para cumplir lo que propone la agricultura de conservación.
Qué se consigue con la agricultura de conservación
Con estas técnicas lo que se persigue es aprovechar al máximo los recursos de la tierra. Con ello también se consiguen evitar cuestiones como la erosión del suelo, ya que con las sembradoras directas apenas se remueve la tierra. También se evitan la contaminación de aguas subterráneas, así como una reducción en emisiones de CO2 a la atmósfera como consecuencia del uso de varias máquinas durante un periodo mayor.
Con la agricultura de conservación también se mantiene el nivel de producción de la tierra por más años, en parte porque aumenta la capacidad para retener el agua. Esto lo que provoca es un aumento directo del beneficio del agricultor que puede explotar de forma más eficiente la tierra, ahorrando además en combustibles y tiempo.
Nuestra recomendación en este caso es el uso de sembradoras de siembra directa. Una maquinaria capacitada para poder sembrar directamente sin alterar el suelo mediante el arado o la labranza. Gana en rentabilidad y productividad mientras mantienes en condiciones el medio ambiente con la agricultura de conservación.