Cómo tratar tus residuos agrícolas
En el sector primario, especialmente en el campo de los cultivos y la plantación, se generan una gran cantidad de residuos que es necesario tratar de la manera más eficiente. A la hora de tratar residuos agrícolas se debe prestar especial atención a la clase de vertido que estamos manipulando, pues no ha de dársele el mismo tratamiento o destino a toda la basura agrícola.
Este tipo de residuos forestales provienen de actividades relacionadas con la plantación, mantenimiento, cuidado y recolección de todo tipo de productos naturales vegetales. Sin embargo, si bien en su mayoría tienen un origen totalmente biológico o natural, en numerosas ocasiones se utilizan químicos y otros productos artificiales para su tratamiento. Por todo ello, se deben tener en cuenta una serie de variables que vamos a analizar a la hora de proceder al tratamiento de los desechos agrarios.
¿Cuáles son los residuos más frecuentes en el mundo agrario?
Aunque los tratamientos de los residuos agrícolas van a tener un denominador común en el sector, no siempre es el mismo. Esta manipulación va a depender del tipo de residuo al que nos enfrentemos. Por ello, debemos saber la gran variedad de residuos que pueden existir:
- Restos de cultivo y desechos de poda de las plantaciones, árboles o arbustos.
- Plásticos procedentes de bolsas, invernaderos y de recipientes de cualquier tipo de productos que se empleen en la explotación agrícola. También, restos de materiales plásticos procedentes del riego y la hidratación tales como tubos o tuberías.
- Estructuras de metal procedentes de cercados e invernaderos, así como de piezas derivadas de todo tipo de instalaciones.
- Químicos procedentes de abonos, fertilizantes y otros materiales que requieren un especial tratamiento. Aceites y restos de maquinaria agrícola.
- Maderas procedentes de la poda de árboles o troncos, así como de envases tales como palés, cajas o similares.
- Por supuesto, material orgánico desechable tales como abonos, productos vegetales en mal estado, etcétera.
Si bien la mayoría de estos residuos pueden desecharse, es necesario saber tratar los residuos agrícolas para garantizar el cuidado del medioambiente y de la tierra.
Tratamiento y eliminación de residuos agrícolas
En España, se generan alrededor de 30 toneladas de residuos agrícolas al año. Así pues, si este tipo de desechos no se trata como es debido y se gestiona de manera correcta, su eliminación puede suponer un importante impacto para el medioambiente y en la naturaleza.
Así, aunque la mayoría de los materiales son orgánicos (restos de podas, madera, abonos o estiércoles, papel o restos biológicos) y pueden ser reutilizados incluso como abonos para futuras y nuevas plantaciones, otros requieren un tratamiento especial.
Los químicos deben ser envasados en condiciones que se garantice la seguridad durante su transporte. Esto a fin de evitar vertidos tóxicos a ríos, acequias o pozos, lo que supondría una importante contaminación y daño del agua.
Los hierros, metales y plásticos requieren una retirada especial. Deben ser llevados a entidades o centros especializados para su tratamiento.
En definitiva, el tratar residuos agrícolas mejor o peor es una cuestión de responsabilidad que depende del titular o de quien gestiona la explotación agrícola. Su adecuación determina el cuidado de la naturaleza.
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