Cómo eliminar las plagas en el campo
Vamos a definir cuáles son las principales plagas que suelen extenderse y aparecer en las zonas de cultivo y cómo se debería acabar con ellas. Antes de nada, hay que entender la plaga dentro de la agricultura en su concepción más genérica. Se refiere en este caso a todo el conjunto de seres vivos (animales, plantas y microorganismos) que causan un efecto negativo en la consiguiente producción agrícola. Una invasión que posibilita que plantaciones y cultivos de hectáreas puedan verse perjudicados.
Los daños que pueden causar estos seres vivos son muy diversos y dependen en gran medida de la tipología de animal o vegetal que actúa en cada caso, así como cualquier enfermedad que haya aparecido. El impacto de las plagas en la agricultura es una realidad a nivel mundial, y depende tanto del correcto trabajo de mantenimiento y preparación del suelo, así como la preocupación por mantener a las especies endémicas, e invasoras, fuera del alcance de los cultivos.
Las plagas más comunes del campo
En este apartado conviene destacar los cuatro grandes grupos considerados como plagas y que más aparecen llegados el momento. Los residuos y el cultivo de cobertura que se encuentra sobre el suelo es el que a la larga proporciona el hábitat perfecto para ciertos tipos de plagas que se asientan en grandes y pequeñas extensiones de terreno cultivable. Entre los conjuntos de plagas más habituales destacan las siguientes:
Especies invasoras
La biodiversidad biológica propicia la aparición de especies de plantas invasoras que se asientan en la península donde antes no tenían cabida. Esto impide primero un correcto crecimiento y desarrollo de los cultivos, y además atraen una mayor cantidad de insectos herbívoros que acuden a estos terrenos.
Insectos
Los insectos son otro de los grandes grupos que se integran en esta clasificación. Sobre todo por su facilidad para aparecer en las plantaciones y acabar con las hojas y las plantas en grandes extensiones. Pulgones, larvas, orugas, mosca, langostas, araña, babosas, saltamontes, caracoles, gusanos… son algunos de los más característicos.
Animales
Los animales, en su mayoría roedores, son parte activa en estas denominaciones. Muy usuales en instalaciones y entornos agrícolas y ganaderos. Los alimentos y cultivos funcionan como reclamo para topos, ratas o conejos.
Enfermedades
Las consecuencias de las enfermedades, o virus, producen efectos muy negativos en el sector agrícola. Son el resultado de grandes pérdidas económicas. De ahí la rápida reacción cuando se detecta este tipo de problemática. Entre el origen de esta tipología de enfermedades se encuentran las causadas por agentes infecciosos, como puede deberse a algún tipo de hongo, virus, nematodo o bacteria, o aquellos que provienen por agentes no infecciosos y tienen su despertar en toxinas químicas o contaminación del entorno.
De qué manera acabar con las plagas y los daños al cultivo
Ahora bien, ¿qué hacer para prevenir este tipo de plagas en la actividad agraria? Lo primero de todo es mantener el suelo en las mejores condiciones. Esto supone hacer un balance del suelo para evitar un desequilibrio de nutrientes y analizar detenidamente bajo expertos el estado del terreno.
Una vez analizado el terreno, hay que fomentar el uso de maquinaria y herramientas proclives que estén diseñadas para este tipo de acciones. Una de ellas es el arado de vertedera, cuya actividad y acción permite tanto intervenir en los residuos de la parte más superficial, así como mejorar el desarrollo de las raíces y controlar las futuras plagas.
Una labor que facilita la no aparición de plagas, así como el fomento de una agricultura sostenible. Además, el uso de pesticidas también contribuye a la eliminación por completo de ciertas plagas.
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